Consolas, diversiones de los adultos

 tienda_videojuegos

Dentro de las diversiones de los adultos podemos encontrar bastantes temas, por mencionar algunos, como el gusto por los libros –que nos hacen alucinar muy bonito, si fumar nada-, los deportes –que nos hacen endorfinarnos tanto que se vuelve adicción-, las películas –otra manera de viajar-, televisar deportes – pasión y emoción-, entre otras.

Pero, ¿Qué sería de los que somos parte de esa famosa generación “Y” sin los videojuego?, puede ser que para los papás de esa generación – la “X” sean irrelevantes. La generación Y creció con el inicio de los video juegos. Por lo tanto la generación “Z” es más adepta a  esa era digital.

Recordar al Atari y casi ponerse a llorar, es parte de  recordar las emociones que causa, el clásico gorila que tiraba un barril y un personaje pequeño de bigote tenía que esquivarlos para llegar a la cima y rescatar a la princesa. Un solo control con una palanca hacía feliz a cualquiera.

El NES, las gráficas parecían mejor, todo iba tomando sentido en la vida, de nuevo aparece el fontanero, aparecen duendes, aparecen perros que se ríen por culpa de unos patos.

Sega también aparece con un monito espacial llamado Sonic en esa era de las consolas con más bits, a la par sale N64 y Sony lanza el Play Station. Los avances continúan para la aparición de Game Cube, Play Station2, Xbox, todo empieza a verse mejor y con buenos juegos – no olvidaremos los clásicos-

La movilidad empieza a tomar más claridad con diferentes versiones de los Game Boy, nos permiten transportarnos y jugar en cualquier lugar que queramos, acuátilmente cada vez armados con bastantes herramientas móviles.

Hoy siguen apareciendo versión con un hardware cada vez más potente, XBOX con adaptaciones que reconocen movimientos corporales, PlayStation con grandes versiones 4.0, Nintendo siguiendo con sus gráficos más animados y con juegos relajados.

El reto que viene cada vez será mejor para cada una de las empresas, pero bueno, no nos debe de preocupar cuanto se peleen, al final de cuenta esa competencia que generan es para el bien de todos.