Antes lo que más preocupaba a los padres eran las horas que los hijos pasaban viendo la televisión, se decía que eso podía volverles tontos y que les causaba problemas en los estudios, y según un estudio que se realizó por aquella época, se pasaba más horas viendo la televisión que haciendo cualquier otra cosa.
Ahora lo que más preocupa es el uso que da a las nuevas tecnologías. Es cierto que nos ayudan en muchos de nuestros quehaceres diarios, incluso a los niños se les anima a usarlas para hacer los deberes y de hecho en muchos colegios ya se utilizan para dar clase. Pero hay que tener mucho cuidado porque la mayor parte del tiempo que utilizamos Internet no es para estudiar o trabajar.
Según un estudio realizado invertimos una media de unas 26 horas al mes en el consumo de las nuevas tecnologías, y la mayor parte del tiempo que se utiliza es para redes sociales, juegos online, y vídeos en la red. Es decir, que la mayor parte del tiempo que estamos metidos en Internet navegando por la red lo que estamos haciendo es buscar entretenimiento, ni estudiar ni trabajar.
No es malo dedicar parte del tiempo al entretenimiento, es sano y necesario para aliviar tensiones, pero hay que usar el tiempo para la diversión de manera equilibrada.